El programa A Fondo, dirigido y presentado por Joaquín Soler Serrano, se ha convertido con el paso de los años en uno de los más importantes que se han hecho en Televisión Española. Soler Serrano realizó siempre magníficas entrevistas a algunos de los más destacados artistas del pasado siglo, entre los que se encontraron Arthur Rubinstein, que en un perfecto español explicaba cómo había sido su debut en España, propiciado por Enrique Fernández Arbós. «Viene la Primera Guerra Mundial. En 1914 yo estaba en Londres. Era súbdito ruso, de los zares, en un tiempo que en Polonia pertenecía a Rusia. Yo recibí de repente un telegrama de San Sebastián de mi viejo amigo que conocía mucho de londres, se llamba Enrique Arbós, director de orquesta muy conocido en España. Todavía le recuerdan bien. Enrique Arbós sabía que yo tocaba un tal concierto de Brahms, que era anunciado para la temporada de verano, pero con un pianista que no había podido venir.... Yo, ver un país como España... Me puse loco... Una migo mío pidió a un ministro extranjero proporcionarme la salida del país. Salí en un buque de guerra... llegué a Bilbao medio muerto con el tren. En San sebastián creían que no llegaría nunca. Mi nombre estaba escrito con tinta debajo del nombre del pianista que no había podido venir. Ese era el debut de mi carrera. Yo toqué en la sala del casino de San Sebastián que es ahora el Ayuntamiento, donde recibí una medalla formidable del alcalde. El público escaso, pero la orquesta me adoraba, se volvió loca conmigo. Arbós me contrató enseguida para otros dos conciertos que estuvieron llenos. Y los empresarios y directores de las filarmónicas, que había muchas en España me han contratado para muchos conciertos de temporada despues de esto.... Tengo el orgullo de decirle que me compré enseguida un ejemplar de Don Quijote, que había leído en francés. Me estudié Don Quijote con otro librito que me explicaba las palabras difíciles. Y así aprendí bien el español».
Compartir