CRÍTICA: ANNE-SOPHIE MUTTER PARTICIPA EN EL CICLO DE "CONCIERTOS DEL AUDITORIO" DE OVIEDO, JUNTO A LA SINFÓNICA DE GALICIA Y BAJO LA DIRECCIÓN DE VICTOR PABLO PÉREZ

 La Voz de Asturias (Jueves, 13/10/11)

Lugar: Auditorio de Oviedo. Fecha: 11 de octubre. Ciclo: Conciertos del Auditorio

MUTTER, LA VIOLINISTA SOFISTICADA

Anne-Sophie Mutter, la violinista "perfecta", la antaño asombrosa niña prodigio, la violinista apadrinada artísticamente por Herbert von Karajan y la artista cuyo nombre se lleva barajando desde hace años como una más que posible Premio Príncipe de las Artes,  visitó Oviedo previo paso por Madrid para festejar sus 35 años de profesión, con el mismo programa y acompañantes: la Orquesta Sinfónica de Galicia, bajo la dirección de su director titular, Víctor Pablo Pérez, un artista serio y pasional cuya manera de trabajar  ha llevado a sus conjuntos a los primeros puestos del ranking nacional.  Con un Stradivarius de sonoridad exquisita y comedido volumen, la violinista ofreció una excepcional versión del "Concierto para violín y orquesta en la menor de Dvorak", dentro de un estilo marca de la casa que se interesó más por la búsqueda de una sonoridad refinada y elegante que por fomentar una creatividad subjetiva o, simplemente, arrebatada. Esta manera de tocar, que en algunos casos puede llegar a resultar incluso aburrida, en el de la alemana se convierte en un viaje apasionante en busca de una estética sofisticada como pocas, que se nutre de una prodigiosa paleta de matices. Tras los numerosos aplausos del público, tocó la "Zarabanda" de la "Partita nº2 en re menor para violín solo" de Bach. Una versión exquisita, llena de una hondura y finura de estilo que, al final de la obra, también dio cabida a una original nota de color: un "re" coloreado con cierta rudeza de armónicos que supo a gloria. En la segunda parte llegó la espectacularidad de la "Sinfonía nº 6 de Bruckner", que en manos de un conjunto del nivel de la Sinfónica de Galicia fue todo un manjar. Víctor Pablo Pérez ofreció una versión ampulosa, energizante y, quizás, un tanto efectista. Creemos que la sinfonía se presta a ello, aunque es posible que también necesite un estilo más claro y reposado, de imágenes sonoras más diáfanas, que reflejen con más nitidez las peculiaridades de su estética.

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