¿Qué debe mandar en la ópera, el físico o la voz? Parece claro que si la soprano española Montserrat Caballé se convirtió en una de las más importantes cantantes de la historia ha sido únicamente por su voz. En el siglo XX los directores musicales y escénicos parecían tener más claro que en la ópera mandaba la voz por encima de adecuaciones físicas al personaje, que la ópera no es teatro ni cine, como para que el físico tenga que se idéntico al personaje. Pero en el siglo XXI las cosas parecen haber cambiado bastante y, en ocasiones, la imagen parece importar más que las cualidades líricas de un cantante. ¿Es el tamaño o el peso un motivo de discriminación vocal hoy? Es la soprano italiana Anna Pirozzi la que ha vuelto a poner el tema de relieve en una entrevista concedida al Corriere della Sera, donde afirma que las « formas generosas propias de tantas sopranos, desde Tebaldi hasta Caballé, son ahora un tabú... Da la casualidad de que se te descarta porque no tienes el físico sutil que requieren ciertas producciones "vanguardistas". He trabajado con los grandes, desde Pizzi hasta De Hana, y nadie ha soñado jamás con criticar mi apariencia. Durante el encierro perdí 16 kilos, pero todavía no es suficiente. En este punto decidí no sufrir más. Soy lo que soy, los espaguetis mejoran el ánimo y no me detengo», afirma la cantante.
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Foto: Víctor Santiago
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