VI Recital de Lied del Teatro de la Zarzuela de Madrid. 23/04/13. Anna Caterina Antonacci (soprano), Donald Sulzen (pianista). Canciones de Hahn, Fauré, Debussy, Berlioz y Duparc.
Pocas veces se da una conjunción máxima entre la voz y la palabra, el acento y el gesto. La mezzo Anna Caterina Antonacci- anunciada ahora como soprano- es la prueba de que se puede cantar e interpretar dentro de unos lógicos parámetros, sin caer en manierismos ni efectismos exacerbados, que lo único que logran es alejar al espectador de lo esencial: el canto.
La cantante italiana puede estar satisfecha de su debut junto al pianista Donald Sulzen en el ciclo de Lied del Teatro de la Zarzuela. Se presentó con un enjundioso programa de canción francesa e italiana, con melodías muy acordes a sus características: elegancia y vía libre para su habitual sensualidad, en todos los aspectos imaginables. Bastaron apenas unos acordes para sumergirnos en las tres primeras canciones correspondientes a los "Estudios Latinos" del compositor Reynaldo Hahn. Enseguida nos enamoró profiriendo unas frases repletas de sensualidad y morbidez en un timbre riquísimo y variado en toda la gama central, como si las notas fluyeran de manera instantánea y volaran hasta difuminarse en la última butaca del teatro. Le acompañó un impoluto fraseo y acentuación franceses, que casi podían cazarse al vuelo. Quizá sea en esa zona central donde resida ese encanto suyo tan particular y que le prepara para unos repertorios más agudos. Esta contiene un sonido pleno y luminoso, de matices sedosos, aterciopelados y a todas luces cálidos, merced de una emisión volátil y relajada.
Compartir
Aviso: el comentario no será publicado hasta que no sea validado.