Crítica: «Anna Bolena» en el Teatro Campoamor de Oviedo

Anna Bolena, jaque a la reina

Por Nuria Blanco Álvarez | @miladomusical
Oviedo. Teatro Campoamor. 12-IX-2024. Anna Bolena (Gaetano Donizetti). Sabina Puértolas (Anna Bolena), Nicola Ulivieri (Enrico VIII), Maite Beaumont (Giovanna Seymour), John Osborn (Lord Riccardo Percy), Carlos Daza (Lord Rochefort), Marifé Nogales (Smeton), Moisés Marín (Sir Hervey). Coro Titular de la Ópera de Oviedo (Coro Intermezzo). Orquesta Oviedo Filarmonía. Dirección musical: Iván López-Reynoso. Dirección de escena: Emilio López.

   Se inicia la LXXVII Temporada de Ópera de Oviedo en el Teatro Campoamor con Anna Bolena, una producción propia de esta poco transitada ópera de Donizetti que tan solo se había representado en dos ocasiones anteriores sobre estas tablas, la última de ellas hace casi un cuarto de siglo. La dirección de escena de la que ahora nos ocupa, estuvo a cargo de Emilio López que visualiza esta ópera como una partida de ajedrez en un juego de poder y estrategia del rey Enrique VIII para deshacerse de su segunda esposa, Ana Bolena, en favor de su nueva amante, Jane Seymour, por lo que establece un damero como suelo sobre el que transcurre toda la acción. La representación del ajedrez también se manifiesta con apliques de las distintas piezas en el vestuario de todo el elenco, con la reina invertida en la ropa de Ana Bolena, símbolo de su trágico final, y sin equipo contrincante, pues todas las piezas eran blancas, probablemente debido a que los conflictos de Enrique VIII presentados en esta obra se encontraban en su propia corte. Aunque López parte de una interesante metáfora para narrar la historia, lo cierto es que, a la hora de llevarla a la práctica queda diluida, sin sacar partido a su idea por una dirección escénica demasiado simple. De igual modo, la idea del vestuario de Naiara Beistegui resulta atractiva si bien adolece de demasiada homogeneidad entre algunos personajes donde el rango jerárquico no siempre está claramente definido.

Sabina Puértolas como Anna Bolena en el Teatro Campoamor de Oviedo

   Sabina Puértolas dio vida a la reina consorte de Inglaterra sin doblez en su voz ante esta exigente partitura, llena de pasajes endiablados y escenas larguísimas para los protagonistas. Afrontó con decisión sus constantes coloraturas y el amplio registro al que tuvo que enfrentarse, no obstante, se mostró rígida en escena, con constantes movimientos de cabeza, y echamos en falta una evolución dramática en su personaje a lo largo de la obra que sin duda pulirá a medida que vaya rodando este papel, sin embargo, no podemos obviar su magnífica interpretación canora en el momento previo a la muerte de su personaje, una bellísima intervención, muy delicada y elegante ejecutada con gran destreza que desató una larga ovación del público.

   Lord Riccardo Percy, antiguo amor de la reina, fue interpretado por John Osborn, que fue ganando enteros a medida que avanzaba la acción, con un segundo acto más redondo que el primero, luciéndose especialmente en su última escena. Por su parte, Nicola Ulivieri, como Enrique VIII, se mostró muy natural en sus intervenciones a pesar de haberse incorporado al elenco pocos días antes del estreno por indisposición del bajo previsto inicialmente, Javier Castañeda, y dio muestras de una envidiable proyección y bonito timbre. Preciosas las intervenciones de Maite Beaumont como Giovanna Seymour, con una voz rotunda, de amplios agudos en su condición de mezzo y un registro muy homogéneo. Marifé Nogales fue un discreto paje Smeton, mostrando en su primera intervención una voz pesada que no acababa de fluir. Muy adecuados Carlos Daza y Moisés Marín en sus respectivos papeles de Lord Rochefort, hermano de la reina, y Sir Hervey, si bien el último se mostró menos natural dramáticamente. El Coro Titular de la Ópera de Oviedo (Coro Intermezzo) estuvo a gran altura en general mientras que la Orquesta Oviedo Filarmonía bajo la dirección de Iván López-Reynoso acompañó con corrección toda la velada.

Fotos: Iván Martínez