La Voz de Asturias (15/01/10)
La soprano madrileña Ángeles Blancas participa en el reparto de "Simon Boccanegra", ópera de Verdi que, a partir del próximo 23 de enero, servirá para cerrar la 62ª Temporada de Ópera de Oviedo.
- ¿Qué lugar cree que debe ocupar la publicidad en la carrera de una artista?
- Mi interés por todo lo que tenga que ver con lo mediático es totalmente relativo. No me gusta que la gente entre en mi intimidad. La parte íntima me la reservo mucho. Sea cual sea la imagen que se dé de un artista nunca permitirá conocer a la persona. Separo mucho mi vida íntima de la pública.
- ¿Siempre ha pensado de la misma forma?
- Lo he pensado desde siempre, porque es un mundo que no me gusta. La vida mediática tal y como está concebida en la actualidad me parece que ha caído en el exceso, está un poco fuera de control y, además, no es veraz respecto al artista.
- Hay artistas que huyen de este tipo de perspectivas profesionales
- Fíjese por ejemplo en Maria João Pires, toda una artista del mundo del piano que, sin embargo, es una gran protectora de su vida privada. No me interesa la perspectiva de salir todos los días en los medios. Es un mundo que me interesa poco porque, hasta cierto punto, termina por ser injusta, porque hay cantantes que, con una carrera normal pero de interés, no llegan a tener realmente una recompensa apropiada por su trabajo debido a todo este tipo de concepciones mercantiles, que a veces convierten una carrera musical en un espectáculo superficial.
- ¿Qué me dice de artistas como Maria Callas, cuya vida se conoció con todo lujo de detalles?
- Maria Callas es otra cosa, además, tenga usted en cuenta que hablamos de otros tiempos, muy diferentes, donde los ritmos vitales e incluso el valor de lo público era tomado de otra manera, mucho menos superficial y agresiva. Ahora se trivializa demasiado. Yo llevo 17 años de carrera y le aseguro que conozco muy bien cómo funcionaba y funciona todo este mundo, porque lo he conocido gracias a mi madre, Ángeles Gulín, a quien acompañé durante años. Cuando mi madre hacía su carrera, en los años 80, todo tenía un tipo de consistencia más elegante. Ahora se tiene la sensación de que hay muchas carreras montadas en el aire.
- ¿No cree que los artistas mediáticos hacen bien al mundo de la lírica?
- Una cosa es una artista y otra una cantante de ópera, que son dos cosas diferentes porque están situadas en niveles distintos. Hoy en día hay intérpretes muy mediáticos cuya trayectoria profesional peca de superficialidad y, sin embargo, también hay artistas muy conocidas, como puede ser Renée Fleming, que mantienen una trayectoria artística realmente admirable. En el trabajo de los verdaderos artistas hay algo que trasciende.
- Lo único cierto es que ustedes siempre están en el ojo del huracán
- Sí, a los cantantes se nos ha perdido el respeto de alguna manera. Todo el mundo nos dice lo que hacer, cómo movernos, cómo cantar. Hoy en día contamos muy poco. Primero están los directores de escena, después los directores musicales y, los cantantes, estamos al final del todo. La figura del cantante hoy en día no es que esté despreciada, pero sí está en último lugar.
- Y lo peor de todo llega después, con las críticas negativas.
- Lo cierto es que no suelo leer ni las buenas ni las malas, aunque en realidad casi siempre acaban leyéndomelas mis amigos. Tengo que decir que es difícil encontrar críticas verdaderamente constructivas, que realmente sirvan para el intérprete. Lo que sí es cierto es que, después de trabajar tantos años, sí tengo la sensación de que la gente sabe quién soy y cómo ha sido mi trayectoria, que he tenido que labrarme sin ningún tipo de ayuda ni necesidad de involucrarme en según qué grupos o en según qué berenjenales de cierta especie. De cualquier manera, me encuentro en una situación muy tranquila. El mundo de la ópera es muy pequeño comparado con los problemas que presenta el mundo en la actualidad.
- ¿Cómo es su actual estado lírico?
- He evolucionado de una tesitura de lírico-ligera a un registro más dramático. No es el caso del "Simon Boccanegra" que interpretaré en Oviedo. Encarno a Maria Boccanegra, un papel que no es demasiado complicado de cantar, cosa que, de vez en cuando, se agradece. En esta ópera, Verdi quiso dar un mayor protagonismo a los personajes masculinos, que son las verdaderas estrellas de la obra.
- ¿Por dónde le gustaría que evolucionara su carrera?
- No puedo negar que, evidentemente, me gustaría cantar en teatros donde hasta ahora no lo he hecho, como el Metropolitan de Nueva York o el de la Bastilla de París.
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