También fue importante en esos momentos su colaboración con la Opera Estatal de Hamburgo, bajo la dirección artística de Albin Hänseroth
Efectivamente, a partir de 1997 estuve tres temporadas consecutivas cantando en Hamburgo, donde me fogueé bastante. Participé en Turandot, Elisir d'amore, Barbero, una nueva producción de Cenerentola junto a Carmen Oprisanu, Rockwell Blake y Enzo Dara, de la que se hicieron muchas funciones. También canté el Rochefort de Anna Bolena con Gruberova y Bros.
Ha llevado una carrera muy paso a paso, comenzando por los papeles más líricos y en la que ha tenido gran presencia el concierto y el repertorio sinfónico-vocal.
También ha interpretado muchos papeles alemanes, algo tradicionalmente poco habitual en los cantantes españoles.
Sí, he cantado el Herrufer de Lohengrin mucho (Turin, Barcelona, Bilbao, Salamanca, La Coruña), el Orestes de Elektra en Sevilla con la Scotto y en Toulouse, el Donner en Madrid, el Wolfram de Tannhäuser, el Kurwenal en Las Palmas... Recientemente me han ofrecido el Jochanaan de Salomé, pero dije que no. Por vocalidad es un repertorio que me va muy bien y cuando lo he abordado ha sido con éxito, pero al no hablar el alemán supone un tiempo de estudio mayor al que ya de por sí, exige una ópera de Wagner o Strauss. Estoy muy contento del Kurwenal de Tristán e Isolda que canté en Las Palmas y del trabajo realizado con Mario Pontiggia, que tiene una imaginación impresionante para sacar partido a pocos recursos. Me dijeron que era un papel que hacía muchísimo tiempo no abordaba un cantante español.
Un papel muy presente en su carrera ha sido el de Escamillo, que es más difícil de lo que parece.
Además, es un papel un tanto ingrato, porque no tiene mucho éxito frente a Carmen, Don José y, sobre todo, Micaela, que siempre arrasa. Escamillo tiene su popularísima aria en el acto segundo pero ya como que desaparece. Su dúo con Don José en el acto tercero no es que sea muy lucido musicalmente. He cantado la versión completa del mismo, otras veces con unos cortes, otras con otros. Tengo tres partituras de Carmen y sólo en una de ellas está el dúo completo, pero en las otras no y sobre ello, aún se suele cortar más. Escamillo es, probablemente, el papel que más he cantado y el que me ha abierto la puerta de muchos teatros. Me va muy bien, porque quizás a los bajos les vaya muy agudo y les sea tirante. Lo he interpretado también en el teatro all'aperto en Verona (bajo la dirección de Plácido Domingo) y Orange (con Michel Plasson). Carmen es una obra maestra total y los franceses (la he cantado con Plasson y Lombard) siempre intentan que se mantenga ese elemento francés y no quede postergado por la fuerte presencia de la ambientación andaluza.
¿Le han ofrecido volver?
Me ofrecieron funciones pero sobre todo coberturas, lo que me obligaba a estar allí períodos muy largos, cuando yo ya tenía aquí contratos. No me importa hacer de cover en un teatro tan importante si también me dan funciones, pero cuando ya tienes trabajo aquí, tienes familia, supone cambiar totalmente de estilo de vida y renunciar a contratos de aquí ya pactados. Eran períodos de 5 meses en los que me ofrecían cover en Macbeth y funciones de Lucia. Ahora voy a ir a Washington en octubre donde debutaré La forza del destino y existe la opción de debutar Jack Rance de La fanciulla del West más adelante. De todos modos, mis representantes siguen en conversaciones con el MET y estoy seguro que volveré. El público americano es agradecídisimo y muy cariñoso. Recuerdo una Luisa Fernanda que canté en Miami sustituyendo a Plácido Domingo y la acogida del público fue clamorosa.
Parece ser que Verdi va a ser ya un referente en su carrera a partir de ahora. Por ejemplo, hace poco ha cantao el Germont en el Escorial y San Sebastián.
El Germont fue una de las primeras cosas que hice. Fue en Madrid, en el Teatro de La Zarzuela, en 1995, durante unas funciones para jóvenes con Yolanda Auyanet como protagonista y bajo la dirección de Zedda. En el reparto principal estaba Alfredo Kraus. Para mí fue inolvidable escucharle en directo y poder conocerle. Para mí era un mito y lo sigue siendo. Me impresionó cómo corría su voz y cómo mantenía la voz fresca con tantos años de carrera. Ahora he vuelto al Germont, concretamente el año pasado, en Tarragona, mi ciudad natal. Es otro papel maravilloso, me encanta. Todas las óperas de Verdi tienen algo especial. El "Di Provenza" es un gran aria y además, dificilísima. Estás desnudo, no hay casi orquesta que te sostenga. Es una especie de belcantismo verdiano. En El Escorial también hemos hecho la cabaletta que se suele cortar. Germont es un personaje antipático. Es un señor de una capa social diversa a la de Violetta. Para él es una mera prostituta, aunque en el dúo con ella se da cuenta que no es nada vulgar y se sorprende por ello. Ha sido un placer trabajar con José Bros y con Desirè Rancatore, a la que no conocía y también con el maestro Pietro Rizzo. También voy a debutar el Yago en Palma de Mallorca y tengo en la cabeza, cómo no, el Rigoletto.
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