Andris Nelsons sigue aumentando su poder y prestigio internacional en el mundo de la música y se está convirtiendo en uno de los directores estrella del siglo XXI. Los sellos discográficos no son en la actualidad tan poderosos como lo eran en el XX (el negocio del disco se está muriendo como tal, sino está muerto ya) pero algunos de los más grandes siguen ejerciendo su influencia en las más importantes orquestas y festivales. Es el caso de la Deutsche Drammophon, que acaba de anunciar un contrato en exclusiva con Nelsons, quien realizará para el sello tres proyectos, que incluyen una serie de grabaciones de las sinfonías de Shostakovich, con la Sinfónica de Boston, de las sinfonías de Bruckner con la Gewandhaus de Leipzig y de las sinfonías de Beethoven con la Filarmónica de Viena.
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