Según informa El Universal, el director de orquesta iraní Ali Rahbari ha renunciado a su cargo como titular de la Orquesta Sinfónica de Teherán después de un año de trabajo tras denunciar las malas condiciones de trabajo de la entidad, un aspecto que denunció en una carta abierta enviada a los medios de su país. "La Fundación Rudaki (del Ministerio de Cultura), responsable de la orquesta, no solamente no tiene ni idea de este tema, sino que con su forma de trabajo indisciplinada causaba problemas todos los días", escribía Rahbari en la carta, que envió desde Viena, donde reside.
La decisión supone un importante revés para el presidente iraní, Hassan Rohani, y su ministro de Cultura, Ali Yannati, ya que la Orquesta Sinfónica era un símbolo de las reformas culturales que querían hacer en el país. La música no está prohibida en Irán, pero los músicos, sobre todo si son mujeres, tienen que hacer frente a los duros preceptos islámicos del país.
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