Hoy, 10 de septiembre de 2019, se cumplen 20 años del fallecimiento de Alfredo Kraus, quien moría tal día como hoy en Madrid, a los 71 años de edad, habiendo dejado tras de sí una de las trayectorias líricas más importantes de la historia. El que para algunos es «el más grande» falleció dos años después de su esposa, Rosa. Werther, Fausto, Manon, Pescadores de perlas, Cuentos de Hoffmann, Romeo y Julieta... la voz de Kraus deslumbraba en el repertorio francés, pero también en el belcanto romántico de Bellini y, sobre todo, Donizetti, en el verdiano [especialmente en dos óperas, Rigoletto y La traviata en las que sentó cátedra] o en la música española. Kraus ha dejado grabadas versiones incomparables de grandes títulos de zarzuela, como Doña Francisquita o Marina, versiones en las que su técnica perfecta hacía resplandecer la música como nunca e imponía un nivel imposible de alcanzar. Todavía hoy, Raúl Chamorro Mena, crítico de CODALARIO y uno de los más importantes especialistas en ópera y zarzuela de España, recuerda todas y cada una de las funciones que le vío al "Maestro" en el Teatro de la Zarzuela. Eran otros tiempos en los que el Teatro de la calle de Jovellanos ponía una mesa tras las funciones para que los artistas firmasen fotos a los aficionados, que hacían cola. Las de Kraus eran siempre de las más largas. Su voz, imponente y elegante, «se se oía perfectamente en cada rincón del teatro. Tenía una técnica perfecta», explica Chamorro Mena, recordando algunas de las míticas funciones a las que pudo asistir como aficionado. El nombre de Kraus sigue hoy vivo a través de una fundación que lleva su nombre, un concurso y una asociación en Oviedo. «Poco», dirán algunos, para rendir homenaje a uno de los más importantes artistas que ha dado la historia.
Compartir