El extraordinario pianista búlgaro Alexis Weissenberg falleció ayer, a los 82 años, después de una larga enfermedad. Weissenberg era un artista superdotado técnicamente, capaz de hacer fácil lo difícil con su estilo rápido y depurado, que algunos consideraban algo frío y, otros, un rasgo de su ya mítica elegancia, discreta, tímida, seria, brillante. Informa RTVE:
"El pianista búlgaro Alexis Weissenberg, uno de los mejores intérpretes del siglo XX, tal y como sostenían directores como el austríaco Herbert von Karajan, ha fallecido hoy en Lugano (Suiza) a los 82 años víctima de una larga enfermedad, han informado a Efe fuentes próximas a su familia. Nació en Sofía, donde, animado por su madre, también pianista, recibió clases desde los 3 años de Pantcho Vladigerov, pero la ocupación de Bulgaria por las tropas alemanas obligó a la familia a huir. Después de un infructuoso intento, que pagaron con tres meses en un campo de concentración, un oficial les ayudó a escapar y acabaron en Palestina, donde tuvo como profesor a Schröder, discípulo a su vez de Arthur Schnabel, una autoridad en el repertorio alemán.
Con 14 años interpretó en Jerusalén el concierto número 3 de Beethoven junto a la Orquesta de la Radio de esa ciudad, para luego lograr el puesto de solista en la Orquesta Filarmónica de Israel, donde tuvo como director a Leonard Bernstein. En 1946, con 17 años, se trasladó a Nueva York, donde su aprendizaje con Vladigerov le abrió las puertas de la Juilliard School para seguir su formación. Allí tomó clases de Olga Samaroff y Rosina Lhevinn y composición de Persichetti.
Con 18 años ganó el Concurso Internacional Leventritt 1947 y poco después debutó en el Carnegie Hall con el concierto número 3 de Rachmaninov, acompañado de la Orquesta Filarmónica de Nueva York bajo la dirección de Georges Szell. A partir de aquel momento despegó su carrera internacional, con giras por América, Israel y Europa, dirigido por los mejores, de Steinberg a Celibidache pasando por Maazel, Abbado, Argenta, Ozawa, Bernstein, Petré o Karajan. En 1956, con 27 años, decidió tomarse un largo periodo sabático para dedicarse al estudio y a la enseñanza y diez años después retomó su carrera con un concierto en París. Su repertorio incluyó a Beethoven, Brahms, Debussy, Schumann, Tchaikovsky y brilló especialmente con Listz, Chopin y Rachmaninov, aunque al que él admiraba por encima de todos era a Bach. Residía en Suiza, donde había fundado la Alexis Weissenberg's Piano Masters Class, aunque había vivido cinco años en España, donde se casó y tuvo dos hijas".
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