La Agencia Golberg presenta su primera temporada de grandes artistas para el Auditorio Nacional de Madrid, y a su figura más explosiva, el pianista Alexander Malofeev.
Un reportaje de Francisco Zea Vaquero
Se trataba de una convocatoria informativa, aunque acabó siendo una gran celebración de la música con un concierto un enorme pianista en ciernes. ¡Que mejor manera de desbordar la expectativa creada por esta Agencia de representación de artistas!
El madrileño Club Matador acogió este acto en uno de sus bellos y elegantes espacios, proporcionando un entorno cercano pero selecto; donde se dieron cita los principales medios de difusión musical de nuestro país, y cómo nos recordó Ignacio Iturrate, coordinador técnicode Golberg, grandes y buenos amantes de la música. Efectivamente, durante el concierto posterior dominó la atención, el ambiente de concentración y respeto, y la ausencia de los temidos móviles que, por desgracia, pueblan en la actualidad el Auditorio Nacional.
La propuesta de esta agencia no deja lugar a dudas; pocas sesiones, pero ineludibles. Sólo cinco conciertos, pero llenos de interés, y evitando el tedio o la rutina de series con innumerables convocatorias, donde se producen los inevitables «rellenos». Se trata de cubrir un amplio espectro de intereses artísticos, cómo nos explicó uno de los oficiantes, el director artístico de la agencia, César Álvarez. Obras maestras, diversos instrumentos, y programas variados. Diferentes generaciones, orquestas y solistas, leyendas y promesas.
Todo empezará al final de este otoño con el regreso de Mischa Maysky a la sala sinfónica del Auditorio Nacional, su violonchelo nos devolverá el Leitmotiv de su carrera: Las Suites de Bach. El añorado violinista Vadim Repim, que ahora ha rebajado notablemente su actividad, regresa a Madrid para ser acompañado por la Orquesta de Kazán en el concierto de Tchaikovsky. Ya en 2020, nos visitará un pianista esencial, qué en su madurez artística, destaca cada vez más: Boris Berezovski. Nos trae propuestas refrescantes, no habituales del piano ruso por nuestras latitudes. Interpretará el segundo concierto de Tchaikovsy y el primero de Prokofiev. Lo hará, además, dirigiendo la orquesta.
Y lo mejor para la primavera. Uno de los grandes príncipes del Piano, Denis Matsuev. Cuando él toca, no importan las preguntas básicas; que repertorio, o cuando, lo importante es si quedarán entradas para disfrutar esa velada. El dónde está claro en el en el ciclo Golberg del Auditorio Nacional. Para cerrar esta primera temporada, Alexander Malofeev con un concierto donde se apreciará su arriesgado y virtuoso repertorio ruso y alemán.
Precisamente un tremendo concierto de este joven pianista fue el regalo con que los protagonistas nos amenizaron su presentación. Se nos pidió que no prestáramos atención sólo a su edad, pues todavía no ha alcanzado los 20 años. Efectivamente, no nos pareció sólo un joven prodigio, sino un instrumentista con gran intuición y personalidad en el repertorio que selecciona. Además ya combina poderes de virtuoso con delicadeza de pianista maduro. El concierto mostró parte del book de concurso que actualmente despliega Malofeev para su inmediata actividad europea, donde pisa ya las salas más notables cómo Amsterdam, o Lucerna. El repertorio,muy atrevido para una breve sesión, abrió y cerró con dos imponentes sonatas de Beethoven y Prokofiev, y cómo pausa entre esas fuertes emociones tocó obras diseñadas por Tchaikovky para el lucimiento expresivo y técnico, la Dumka op. 59, y el Pas de deux de Cascanueces, que en su día arreglara el gran Mihail Pletnev. Hubo manifestación de éxito claro, y largo agradecimiento al pianista ruso que nos llevaron a disfrutar dos propinas; una crepuscular klavierstücke de Brahms, y el legendario Islamey de Mili Balakirev.
Está claro que Golberg ha llegado a Madrid para despejar las dudas y preguntas típicas de aficionados y conocedores del mundo del concierto. «¿Porqué ya no viene…?», o «hace tanto que no oímos a…», «es que es este pianista nunca toca en España…». Todas estas cuitas, y debates pertenecen al complejo mundo de la contratación, representación y agencias, pero el gran público merece la oportunidad de que esas luchas no le hurten el placer de escuchar a los mejores. Desde luego los de Golberg estarán todos.
¡Bienvenidos!
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