LA SOPRANO NADINE SIERRA, PRIMER PREMIO EN EL XIII CONCURSO INTERNACIONAL DE CANTO MONTSERRAT CABALLÉ

     Nadine Sierra encandiló al público y al jurado desde el primer segundo, hilando en un sólo fiato las dos primeras frases de un poético 'Depuis le jour'. La técnica es superlativa, de una naturalidad y seguridad que apabullan. Deslumbra sobre todo por el control diafragmático, totalmente interiorizado, convertido en un eficaz automatismo. Pero sobre todo Nadine Sierra enamora por cómo dice y por cómo siente lo que canta. Su carismática sencillez comunica y emociona como sólo está dado hacer a una voz entre mil. El timbre es sutil, carnoso, de lírica pura con algún remedo de ligera. Sin la menor duda, la intérprete más destacada del certamen, a larga distancia del resto de finalistas.

     De entre el resto de finalistas nos dejaron especial buen sabor de boca dos sopranos, la británica Charlotte Shipley, con un intenso y hermoso 'Pace, pace' de La forza del destino, y la macedonia Elena Nasteska, con el aria de Mimi en el primer acto de La Bohème. Dos voces hechas, maduras, de canto natural, seguro y firme. También la holandesa Maartje Rammeloo y la irlandesa Claudia Boyle dejaron destellos interesantes en sus intervenciones. Nos hubiera gustado escuchar sus voces en páginas distintas a las que trajeron a la final, para contrastar mejor su desempeño. Tan sólo una voz española, la del tenor Beñat Egiarte, llegó a la final. Mostró un material con potencial, fue valiente, pero la voz admite todavía algún ajuste en la emisión.

     Al margen de lo dicho sobre los participantes en la final, nos alegró sobremanera encontrar a la gran Montserrat Caballé en un mejorado estado físico, en plenitud anímica asimismo, tras los desafortunados episodios que atravesó su salud hace unos meses. Nos encontramos con la Caballé de siempre: radiante, ingeniosa, sarcástica... irrepetible. El crítico Roger Alier, dentro de su breve discurso, dedicó unas palabras a loar el mérito de la iniciativa que la Asociación Aragonesa de la Ópera Miguel Fleta viene desarrollando para restaurar una actividad lírica estable y de calidad en la ciudad de Zaragoza. Cabe destacar asimismo la ausencia de miembro alguno en representación de la corporación municipal, al fin y al cabo anfitriona del evento. Está visto que ni siquiera se toman interés en fingir que les interesa la lírica, como aparentaban hacer en años anteriores.