'THE GREAT CARLO BERGONZI: TENOR ARIAS AND ITALIAN SONGS’. RCA
De entre los grandes artistas fallecidos en 2014 destaca entre los cantantes el nombre del gran Carlo Bergonzi, el tenor de voz de bronce, moldeada a base de extensísimos fiatos y el timbre ebúrneo de un cantante único, que cantaba como sentía y que daba la impresión de sentir como cantaba. “El gran Carlo Bergonzi” escoge algunos fragmentos operísticos y canciones italianas que se escuchan entre la nostalgia de una época lírica de oro y perdida y la actualidad y vigencia de un artista genial, que aquí rememora en persona a su Italia añorada y a nosotros ese “Ma se m'è forza perderti”, de Un ballo in maschera, que parece que nos lo canta a pocos centímetros del oído, como un susurro triste de amor.
LORIN MAAZEL “GRANDES GRABACIONES”. SONY
No podía faltar en nuestra selección del año el nombre de Lorin Maazel, aunque sea para hablar de una recopilación de sus mejores trabajos, que Sony reúne en 30 cedés indispensables para entender a uno de los más destacados y controvertidos directores de orquesta de finales del siglo XX y principios del XXI. Maazel fue un genio de la dirección de orquesta y talentoso compositor, que a veces daba la impresión de dirigir Bruckner con Debussy y Respighi con Saint-Saëns, pero que siempre era él dirigiendo, con su técnica perfecta y su sentido tan elegante y sofisticado de entender la cuerda. Es otra de las pérdidas irreparables que ha dejado el 2014 que, gracias a recopilaciones como ésta, pueden perpetuarse en nuestra memoria.
'BEETHOVEN: CONCIERTOS PARA PIANO Y ORQUESTA 1 Y 2. IVÁN MARTÍN Y ORQUESTA SINFÓNICA DE GALICIA. SONY
Concluimos nuestra selección del año incluyendo el nombre de un destacado y respetado pianista español, Iván Martín, que en este trabajo también se pone al frente de la Orquesta Sinfónica de Galicia, otra de nuestras más importantes instituciones musicales, para ofrecer sendas versiones de altura de los dos primeros conciertos para piano y orquesta de Beethoven. Es posible que en la versión se eche en falta un fraseo más dramático y un sonido más cercano, pero estamos ante un notable trabajo discográfico gracias a la expresiva sonoridad de la sinfónica y al pulcro sonido que siempre desprenden los certeros dedos de este pianista de técnica brillante y convicciones artísticas serias y reflexionadas. La versión, más íntima que de costumbre, también resulta interesante por la novedosa edición usada de ambas partituras.
Gerald Finley, Helsinki Filharmonic Orchestra, Thomas Sanderling. Shostakovich. Ondine
Estamos ante un disco muy interesante por varios motivos. El primero, lo infrecuente de los dos ciclos de canciones de Shostakovich elegidos, ambos en su versión orquestal. El segundo, la estupenda interpretación de Gerald Finley. En el caso de las canciones sobre poemas ingleses se trata, además, de la primera grabación con orquesta sinfónica, puesto la partitura estuvo perdida durante muchos años.
Llama la atención también que los poemas se cantan en su lengua original, mientras que Shostakovich compuso su música a partir de traducciones al ruso. De las canciones de Miguel Ángel, Gerald Finley explica en el booklet del disco el proceso seguido para recuperar los poemas e incorporarlos a la partitura; de las inglesas, extrañamente, no se menciona nada. Parece a priori inevitable que haya algún desajuste al cambiar los textos pero lo cierto es que si lo hay no es fácilmente perceptible (al menos desde el desconocimiento absoluto del ruso).
Franz Schubert: Winterreise. Jonas Kaufmann, Helmut Deutsch. SONY
Ya nos referimos en su momento a esta grabación de Winterreise, algo inusual (incluso arriesgada) en su planteamiento pero muy meditada y muy bien desarrollada por Jonas Kaufmann y Helmut Deutsch con resultados francamente buenos. El tiempo nos dará perspectiva y nos dirá cómo se sitúa este Winterreise entre tantas grabaciones disponibles; de momento, su calidad lo hace imprescindible, en mi opinión, en este artículo sobre los mejores discos del año.
No me resisto a mencionar otro mérito de la grabación, un efecto colateral del carisma de Jonas Kaufmann. No es el primer disco de lied que graba el tenor, pero la coincidencia de su aparición con su momento de máxima popularidad y la correspondiente gira de promoción han acercado Winterreise a un público mucho más amplio del que sería habitual. ¿Cuántas personas han escuchado por primera vez el ciclo de Schubert en la voz de Kaufmann?
Franz Schubert: Der Wanderer. Florian Boesch, Roger Vignoles. HYPERION
Escuchar esta grabación y exclamar: ¡qué belleza de disco! Amor a primera audición. El título, Der Wanderer, y la ilustración de la portada, el tantas veces utilizado Caminante sobre un mar de nubes de Friedrich nos apuntan el contenido: una colección de lieder, unos más conocidos que otros, que nos hablan de caminantes, nostalgias y paisajes.
Florian Boesch nos cuenta una a una las canciones con su timbre cálido y una flexibilidad que le permite colorear y matizar las palabras con un enfoque prácticamente minimalista. Delicadeza y fuerza que dan como resultado un sereno equilibrio, un recorrido inusualmente calmado por estas sombrías canciones del primer Romanticismo que nos deja, insisto en el adjetivo, bellísimas interpretaciones de Abschied, Wandrers Nacthlied I o Meeres Stille. Una pequeña joya.
From the Imperial Court. Music fot he House of Hapsburg. Stile Antico. Harmonia Mundi.
Es realmente complicado elegir un disco entre todos los recitales que se han dedicado este año a la polifonía del Renacimiento, un repertorio que está cada vez, afortunadamente, más en auge en el mercado discográfico. Otros grupos tienen este año sobrados méritos para estar en esta lista, especialmente Alamire - David Skinner y el Huelgas Ensemble - Paul Van Nevel. Sin embargo, finalmente me he decidido por Stile Antico, sin duda, a pesar de su juventud, un conjunto ya absolutamente referencial en el panorama internacional, merced a grabaciones como esta, en las que a pesar de tratarse de una compilación de piezas de diversos autores –a priori quizá menos interesantes que un monográfico–, consiguen darle una unidad fantástica con un tema común que subyace en todas ellas. Ejemplo de técnica exquisita, de conocimiento escrupuloso del repertorio, son capaces de conseguir una belleza sonora fuera de toda duda, además de una expresividad magistral, que aleja por completo esa creencia de que los conjuntos británicos no pueden ser expresivos. En este disco encontrarán obras que les dejarán sin respiración –Senfl, de la Rue o Lobo son un claro ejemplo–, interpretadas con un rigor, criterio y una calidad superlativos. Es difícil imaginar mejores interpretaciones para una música de este calibre. Se completa el álbum con una presentación excelsa, repleta de imágenes a color y unas notas críticas de sumo interés. Harmonia Mundi es siempre una apuesta más que segura.
Responsoria 1611. La Compagnia del Madrigale / Collegium Vocale Gent | Philippe Herreweghe. Glossa Music / Phi.
Sucede en ocasiones el mercado discográfico la salida al mercado de dos o más discos dedicados a una misma pieza o colección de estas, obra u obras a las que quizá en su momento no se les prestó la atención merecida, y que en un punto se nos presentan de manera repentina en más de una versión. Esto es lo que ha sucedido este año con los Responsoria et alia ad Officium Hebdomadae Sanctae spectantia… sex vocibus [Gesualdo, 1611] de Carlo Gesualdo [1566-1613], que aunque ya contaban con alguna integral de hace años, no habían sido atendidos en su totalidad por algunos de los mejores conjuntos vocales del mundo. Y se nos presentan en este 2014 en dos lecturas absolutamente impresionantes, aunque realmente distintas. La Compagnia del Madrigale persigue más el color, la factura y la sonoridad íntimas que el lenguaje del madrigal puede ofrecer a estas piezas sacras. Por su parte el Collegium Vocale Gent de Philippe Herreweghe nos ofrece una versión más densa –con dos y tres cantores por parte–, que busca una sonoridad más profunda y que se regodea más en la inestabilidad armónica. En cualquier caso, dos registros fascinantes, imprescindibles, con magnífica toma de sonido y una presentación impecable –la de Glossa es de museo fonográfico–. Dos lecturas, al fin y al cabo, que muestran al mejor Gesualdo y que no solo son absolutamente compatibles, sino que deben compartir lugar en las estanterías de todo apasionado de esta polifonía compleja y avanzada, y especialmente para los fanáticos de la genialidad del gran Gesualdo di Venosa.
Les Fêtes de l’Hymen et de l’Amour. Chantal Santon-Jeffrey, Carolyn Sampson, Blandine Staskiewicz, Jennifer Borghi, Mathias Vidal, Reinoud Van Mechelen, Tassis Christoyannis, Alain Bouet • Le Concert Spirituel | Hervé Niquet. Glossa Music.
El Année Rameau 2014, que se ha celebrado con gran efusividad en el panorama musical internacional, pero especialmente en el país natal del maestro de Dijon, nos ha traído una cantidad muy considerable de eventos de todo tipo. Las óperas y conciertos programados a través de Rameau 2014 han sido numerosos, rescatando además del olvido algunas de las obras escénicas a las que no se había prestado apenas atención Estos conciertos han traído consigo la publicación en disco de varias de estas obras. Algunas están todavía por llegar, pero de los registros discográficos publicados el presente año, a pesar de lo mucho y bueno que ha habido, sin duda me quedo con el presente libro-disco en edición limitada que Glossa presentó hacia finales de año. En él se graba por primera vez Les Fêtes de l’Hymen et de l’Amour, ballet heroïque en un prólogo y tres actos con texto de Louis de Cahusac, que fue estrenado en el Théâtre du Manège de la Grande Écurie de Versailles en 1747. El valor de su representación en tiempos modernos y de su grabación es inmenso si tenemos en cuenta que dicha obra no se interpretaba desde 1776. Se cuenta con un elenco vocal de primer nivel, que mezcla experiencia y juventud, pero sobre todo un gran conocimiento en la interpretación de barroco francés, además del concurso de Le Concert Spirituel, sin duda uno de los mejores embajadores de la música del Grand Siècle. Hervé Niquet conjuga todos los efectivos de manera excepcional. Además, la edición limitada de 2000 ejemplares –aunque únicamente en francés– cuenta con una presentación de lujo en la que se presentan cuatro artículos escritos por algunos de los mayores expertos en Rameau. La edición internacional cuenta con la misma calidad sonora y una edición no tan exquisita pero igualmente fabulosa, la habitual en el sello escurialense. Un disco imprescindible para cualquier seguidor de Rameau y amante de la ópera barroca.
Jonas Kaufmann - Schubert: Winterreise. Sony.
De vez en cuando viene bien que un gran artista, con la dosis justa de estrella mediática y con sobrados avales artísticos, se tome en serio el lied y ponga sobre la mesa un trabajo de importancia y entidad, como sucede con este Winterreise de Kaufmann, que ya fue comentado en Codalario hace unos meses. El tenor alemán atraviesa el momento más dulce y maduro de su trayectoria, con un instrumento en plena forma y con un repertorio amplio que maneja a placer. Entre todo ello encuentra por fortuna tiempo para dedicarse con afán y franqueza al lied, como pudo demostrarnos en el Liceo de Barcelona precisamente con este Winterreise acompañado de Helmut Deutsch. Este disco compendia como pocos el lugar que Jonas Kaufmann ha logrado ganarse en el mundo de la lírica de un tiempo a esta parte.
Cecilia Bartoli - San Petersburgo. Decca.
Nunca hemos sentido una especial afinidad con el instrumento de Cecilia Bartoli, seguramente por esa emisión tan suya y ese concepto tan personal de su arte. Pero sólo cabe quitarse el sombrero ante su empeño por renovarse una y otra vez a base de franca curiosidad y un trabajo bien hecho. Con este San Petersburgo, Bartoli vuelve a superarse a sí misma, con la enésima vuelta de tuerca, desempolvando un repertorio inédito, que dormía en los archivos musicales de la Venecia del norte. Se trata de obras escritas bajo encargo de las respectivas zarinas por varios compositores italianos: Francesco Araia, Domenico Dall'Oglio, Luigi Madonis, Vincenzo Manfredini y Domenico Cimarosa. Junto a I Barocchisti, dirigidos por Diego Fasolis, Bartoli presenta un disco radiante y audaz, con el sello inconfundible de su personalidad arrolladora y envuelto con mimo y esmero no ya como un producto sino casi como un objeto de coleccionista.
Elektra (R. Strauss) - Aix-en-Provence, 2013 - Patrice Chéreau, Esa-Pekka Salonen, Evelyn Herlitzius y otros. Bel Air Classiques.
En octubre de 2013 fallecía el gran Patrice Chéreau. Su último trabajo, apenas unos meses antes, en julio de ese mismo año, fue la Elektra estrenada en Aix-en-Provence, vista después, bajo la batuta de Esa-Pekka Salonen y en una coproducción que llegará al Liceo más pronto que tarde. De aquel estreno en Aix se ha comercializado este año la grabación en DVD. Ciertamente la grabación no hace justicia al impacto real que posee el trabajo de Chéreau contemplado en escena, pero estamos igualmente ante un testimonio de indudable valía. Sobre todo porque viene respaldado por la excelsa dirección de Salonen y por una protagonista, Evelyn Herlitzius, que ha hecho suyo el rol de Elektra hasta mimetizarse con él. El resto del reparto, sembrado de nombres tan sobresalientes como los de Waltraud Meier o Adrianne Pieczonka redondea un espectáculo sublime, de obligado conocimiento.
Discúlpenme, debo estar atravesando una crisis existencial. Quizá me haya llegado el momento en que todo crítico se encorcha, recalcitra (¿?) y apenas sobrevive más allá de recuerdos y anhelos. Sólo hay dos salidas ante este sufrimiento: o bien ser tan exigente como ácido, o bien venderse a las discográficas y entidades, cerrando el oído para abrir cómodamente el bolsillo... Espero no caer en el saco de los segundos, que se ve demasiado lleno en este país y no quisiera darlo de sí.
El caso es que este año he encontrado un disco y sólo uno que me haya invitado a reflexionar y a replantearme mis expectativas después de escucharlo (Hay que tener en cuenta que por las manos de un servidor pasan diariamente entre el 90 y el 100% de los discos distribuidos en nuestro país). Sólo uno. Javier Perianes tocando Mendelssohn. Una vez más, lo ha vuelto a hacer. El pianista onubense ha presentado una cuidadísima y estudiada selección de piezas del compositor en las que derrocha una elevada sensibilidad intelectual y una mágica, sublime comprensión de lo expresado ante el piano. Perianes parece pararse a pensar y sentir antes de cada fragmento, parece preguntarse cómo hacernos no sólo disfrutar sino también comprender todo aquello que Mendelssohn puso sobre el pentagrama... ¡y vaya si lo consigue! Lo escuchado se completa con lo leído, en palabras del maestro Luis Gago. Otro disco imprescindible de Javier Perianes ¿Y ya van...?
Un disco así puntúa doble en la actual crisis, catástrofe, que vive la industria discográfica de la música clásica en nuestro país. Dentro de un año en el que hemos visto desparecer puntales distribuidoras como Ferysa, con Naxos u OpusArte en su catálogo, que deja tambaleándose a la revista que publicitaba, Ritmo, y que a su vez enviaba como catálogo de novedades a las tiendas, lo cual además es muy esclarecedor... En el que se han de hacer malabares para distribuir sellos extranjeros como precisamente Harmonia Mundi, casa de Javier Perianes... ¡en su propio país! Y en el que las discográficas más potentes se rinden ante el marketing de tomo y lomo, con grabaciones anémicas en planteamientos, a menudo simples registros de conciertos en vivo, sin que por otro lado termine de darse con la fórmula para plantear una oferta consistente de grabaciones y tomas digitales a través de internet. ¡Románticos y discófagos! ¡Amantes de lo físico! ¡Resignaos, el disco ha muerto y a nadie le importa! El futuro y el presente parece asentarse en el streaming, en breve la ópera, los conciertos, los recitales serán completamente retransmitidos por las redes, donde el imperio de la imagen lleva muchas leguas ganadas al sonido; adiós al sonido, adiós a las voces... Me pregunto si en pocos años podremos ver a una De Niese de hoy en día con un playback de la Sutherland... ¡Oh vaya! Disculpen, ya les dije, crisis existencial...
Para intentar completar una breve muestra de discos, he de apuntar que disfruté con las Partitas de Bach presentads por Igor Levit en Sony, con sus tempi e inflexiones; así como con el sonido de Immerseel y Anima Eterna en Ma mère l'oye de Ravel y los Cuadros de una exhibición de Mussorgsky, en Zig-Zag. Apreciable también el Winterreise de Kaufmann, tan apreciable como podría ser cualquier aproximación al lied de, pongamos... Plácido Domingo? Pues eso. Por cierto, tomadura de pelo, pero eso ya se ve hasta sin abrir el disco, el de Encanto del mar, del tenor madrileño. Aunque la gran estafa del curso ha sido el Così fan tutte de Currentzis, totalmente indigesto. Por último en Sony, no ha salido mal la combinación publicitaria de Harnoncourt y Lang Lang, que ofrece curiosos resultados. Sí en cambio un acierto total en piano, la última entrega de Miguel Baselga dedicada a Álbeniz para el sello BIS, con unas magníficas Danzas Españolas y unas mazurkas de lo más sugestivas.
No me convence el resultado de la voz de Netrebko con los Vier letzte Lieder de Strauss en Universal (Deutsche Grammophon, DECCA, Philips... en realidad hoy en día son lo mismo), registrado en vivo, y lo del nuevo disco de Bartoli, ahora en ruso, cae ya en lo anecdótico o simpático, y ahí ya tenemos un problema, al igual que Joyce DiDonato en Stella di Napoli, quien también demuestra tener ciertos problemas... Antes es preferible escuchar a Anna Bonitatibus en la selección de Semiramides para Deutsche Harmonia Mundi. Estupendo por su parte el nuevo recital de Franco Fagioli dedicado a Porpora, aunque resultó mejor su primer álbum.
También en vivo se grabó el encuentro de Barenboim y Argerich en Berlín, un disco que ha de escucharse, tanto por su indudable calidad como por su carga simbólica. Tremendo sonido, impactante y vibrante el de Jurowski al frente de la London Philharmonic Orchestra en su propio sello, dirigiendo la Tragedia florentina de Zemlinsky, así como sus Canciones sobre Maeterlinck. Por último, llamar la atención sobre la sorprendente revisión de Max Richter sobre las Cuatro estaciones de Vivaldi, que harán las delicias de propios y extraños.
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