IVOR BOLTON, UNA OPCIÓN DE CONSENSO CON GARANTÍAS PARA EL TEATRO REAL

   Por Alejandro Martínez

   Al poco tiempo de llegar Joan Matabosch a la dirección artística del coliseo madrileño, el Teatro Real ha recuperado la figura del director titular. El elegido, por espacio de cuatro años, ha sido el británico Ivor Bolton. Se termina así con el sistema de rotación propuesto por Mortier, aunque sólo en parte, ya que Bolton asumirá únicamente tres o cuatro títulos por temporada, lo que garantiza la presencia de otras batutas invitadas en el foso del Real. No deja de ser sorprendente que la incorporación de Bolton esté prevista para comenzar en la temporada 15/16, y no en la 14/15 que es la que viene, la que está ya próxima a anunciarse. Bolton será el titular del Teatro Real, pero no así el titular de la Orquesta Sinfónica de Madrid, sin que quede muy claro cómo se distribuirán entonces las competencias de ambas titularidades.

  Precisamente hace un par de días teníamos ocasión de departir con algunos miembros del foso del Teatro Real y nos confesaban su complacencia con la elección de Bolton. Alababan en él su buen talante, su disposición amable, su discreción y su profesionalidad. A diferencia, decían, de otras batutas que han pasado por Madrid, como López Cobos, de quién hablaban como un maestro 'tan solvente como aburrido', o Currentzis, 'capaz de mucho, pero a costa de exigir demasiado'. Bolton llega pues, en principio, como una opción calmada, refrescante y del agrado de los músicos, lo que garantiza continuidad en la progresión habida en la calidad del foso del Real durante los dos o tres últimos años.

  Ivor Bolton no es quizá un maestro muy renombrado entre el gran público, pero goza sin embargo de buenas credenciales, raramente consensuadas. Asistente en su día de Haitink y Rattle en Glyndebourne, saltó al circuito internacional cuando Solti le propuso para ocuparse del Glydebourne Touring Opera. Su debut en el Covent Garden se produjo en 1995 y fue precisamente Gerard Mortier quien le invitó en el año 2000 al Festival de Salzburgo, donde ha regresado muy frecuentemente. Precisamente ahora es el director titular de la orquesta del Mozarteum de Salzburgo, cargo que coordinará con su nueva responsabilidad en Madrid. Ha dirigido en prácticamente todos los grandes teatros europeos (París, Bruselas, Dresde, Viena, Zurich, Hamburgo...) y en algunos grandes teatros fuera de nuestro continente (Sidney, San Francisco, Buenos Aires).

  Gran parte de su prestigio se lo ha labrado en la Staatsoper de Múnich donde recuerdan su buen hacer con Monteverdi o Haendel, entre otras muchas producciones. Su paso por España estará fresco en el oído de los espectadores: Jenufa en 2009 en el Teatro Real y El rapto en el serrallo en el Liceo en 2010 han sido sus últimas apariciones en nuestro país, en el que reside, dicho sea de paso (junto a su esposa, la musicóloga Tess Knighton, en Barcelona).

  Un rápido vistazo a su agenda de los dos últimos años y la presente temporada nos revela un repertorio donde se alternan Mozart, Gluck, Haendel, Monteverdi, Janacek, Britten o Wagner. Ahora mismo se ocupa de los ensayos de Alceste, la próxima ópera que el Real pondrá en escena, a finales de febrero. Bolton dirigirá también la primera producción del Real para la temporada 14/15, las enésimas Bodas de Fígaro. 

  En nuestra opinión se ha optado por una opción de consenso, con ciertas garantías, que garantiza estabilidad y buen hacer, pero poco más. Ni se ha conseguido seducir a una gran batuta internacional ni se ha pensado en contar con alguna joven batuta española con talento, como Heras-Casado o Guillermo García Calvo, candidatos ideales para el foso del Real.

Fotografía: Javier del Real