CRÍTICA: 'EL JURAMENTO' DE GAZTAMBIDE EN EL TEATRO DE LA ZARZUELA DE MADRID, BAJO LA DIRECCIÓN MUSICAL DE MIGUEL ÁNGEL GÓMEZ MARTÍNEZ Y ESCÉNICA DE EMILIO SAGI

 ZARZUELA GRANDE

 El Juramento (Joaquín Gaztambide), Madrid, Teatro de La Zarzuela. 23-11-2012 Sabina Puértolas (María), Carmen González ( La Baronesa), Gabriel Bermúdez (El Marqués), David Menéndez (Don Carlos), Luis Álvarez ( El Conde), Javier Galán (Peralta), Manuel de Diego (Sebastián). Dirección Musical: Miguel Angel Gómez Martínez. Dirección de escena. Emilio Sagi, Escenografía: Gerardo Trotti. Vestuario: Jesús del Pozo. Edición crítica: Ramón Sobrino.

      Sólo en un país que descuida la música en general y la de sus propios creadores en particular, puede suceder que una partitura como la de El Juramento estuviera tantos años olvidada y siga siendo desconocida para la mayoría de aficionados. El Teatro de La Zarzuela, recinto donde vio la luz, la recuperó en el año 2000, cumpliendo con ello una de las labores que debe asumir, es decir,  la promoción del género lírico español y la reposición de las obras menos habituales, pero no por ello de menos calidad. 
      La vuelta de esta estupenda 'zarzuela grande' de Gaztambide, con libreto de Luis Olona, doce años después y en la misma producción, tuvo como pórtico la comparecencia sobre el escenario del director del teatro, Paolo Pinamonti, el director de escena Emilio Sagi y Ainhoa García, directora de comunicación de la Fundación Jesús del Pozo, a fin de dedicar estas funciones al referido diseñador, fallecido el pasado año y responsable del magnífico vestuario de esta producción, que volvió a demostrarse sobresaliente. Sencilla, adecuadísima, elegante la escenografía de Gerardo Trotti, en perfecta sintonía con el  bellísimo vestuario de Jesús Del Pozo. Impecable la iluminación, así como ágil, fina e inteligente la dirección escénica. La obra fluye clara, franca, con toda su finura y elegancia, mediante un indudable buen gusto y sentido estético y teatral.  
      En el apartado vocal, Sabina Puértolas mostró una voz de soprano ligera, algo entubada y de modesta calidad tímbrica. Cantó con corrección el papel de María y emitió algún sobreagudo destacable como el del final del concertante del acto I. Deficiente el barítono Gabriel Bermúdez como el Marqués. Bermúdez posee un material vocal corto, opaco, árido, ingrato y escaso de armónicos, además de resultar plano y anodino en los diálogos. Muy por encima se situó David Menéndez como Don Carlos, que a falta de especiales calidades tímbricas, demostró sentido del legato en la maravillosa romanza "Esta es la misma ventana". Muy bien secundado por el director , el barítono asturiano recibió una merecida ovación del público. Estamos ante una página de una belleza sublime, que si hubieran firmado Donizetti o Verdi en lugar de un señor nacido en Tudela, se estaría interpretando en todos los grandes teatros del mundo. La veterana Carmen González lució una voz rota y oscilante, pero compensó ese deterioro vocal con sus tablas e intención, logrando una divertida caracterización escénica de la baronesa. Impecable el Conde de ese maestro de la zarzuela que es Luis Alvarez, que aprovecha hasta la última palabra de sus parlamentos para mostrar su dominio del decir más genuino del género.
      El tenor Manuel de Diego es un cantante de modesta sonoridad y proyección. Cantó con aseo y templanza el papel de Sebastián, al igual que Javier Galán, cumplidor como Peralta.  Notable el debut de Miguel Ángel Gómez Martínez en el género lírico patrio. Obtuvo un buen sonido de la orquesta, mostró una gran claridad de exposición y desentrañó todos los  bellísimos detalles, todo el empaque y refinamiento de la partitura. Asimismo, como es habitual en su caso, acompañó muy bien a las voces.  Estupendo el coro, que volvió a demostrar su calidad, raigambre y dominio del lenguaje zarzuelístico, luciéndose en el "coro de la murmuración", que fue muy aplaudido. Gran éxito de público.