Crítica: La Asociación Lírica Asturiana 'Alfredo Kraus' organiza su 12º concierto homenaje al gran tenor canario

HOMENAJEADORES Y HOMENAJEADOS

Por Javier Labrada
Oviedo. Teatro Filarmónica. 12º Concierto-Homenaje a Alfredo Kraus. Asociación Lírica Asturiana "Alfredo Kraus". Francisco Corujo, tenor. Virginia Wagner, soprano. Juan Francisco Parra, pianista. Fragmentos de ópera y zarzuela. 

   Nunca deberían ser demasiadas las ocasiones destinadas a recordar a uno de los principales exponentes de la lírica española, no obstante, este homenaje tiene más sentido si cabe en 2014, habiendo pasado ya 15 años del momento en el que “el maestro” dejó de emocionarnos con su voz. Sin más motivo que éste, la Asociación Lírica Asturiana "Alfredo Kraus" ha organizado el que ya es su 12º concierto-homenaje en recuerdo del gran tenor canario. Como recinto escénico se eligió el Teatro Filarmónica de Oviedo, sin duda un lugar agradable para el recital y para un público que no resultó tan numeroso como nos habría gustado.

   El programa, compuesto a partes iguales por fragmentos de ópera y de zarzuela, se caracterizó por una notable dificultad técnica, que tal vez se antojó algo excesiva en algunos momentos de la noche, especialmente en el caso de Francisco Corujo.

   El tenor, puede que buscando medirse frente al repertorio, trató de dar lo mejor de sí mismo, logrando algunos momentos interesantes que no se dejaron empañar del todo por unos agudos algo destemplados y una emisión que no parecía totalmente liberada. No se encontró su voz, en esta ocasión, demasiado cómoda interpretando a “Il Duca” en el dúo que cerró la primera parte del programa, ni a Leandro durante la romanza “No puede ser”, de La tabernera del puerto, ya en la segunda. Sí que resultó más convincente vocal y escénicamente su interpretación como Des Grieux en el dúo “Toi, Vous…!” de la ópera Manon, así como su trabajo en El dúo de "La africana" ofrecido como propina, pieza en la que además tuvo algún lapsus con el texto que contrarrestó con un extra de humor directamente importado de las Islas Canarias, su tierra natal.

   Mejor factura en general demostró la soprano Virgina Wagner, quien ciertamente lució  bastantes quilates en la famosa “Air des bijoux”, con la que abrió su parte del concierto, manteniéndolos durante toda la noche gracias a un volumen generoso, una excelente dicción y una presencia sobre el escenario que dejó entrever abundantes dotes de dramatismo. No obstante, la argentina tampoco se vio totalmente inmune a las exigencias técnicas del programa, luciendo en momentos puntuales una voz algo pesada para lo demandado por la partitura.

   Resolvió con solvencia su parte el pianista Juan Francisco Parra, logrando empastar correctamente la sonoridad del piano con las voces de los cantantes, sin que estos se sintieran incómodos en ningún momento. Se notó su experiencia derivada de trabajar al lado de artistas de la talla de Leo Nucci o Celso Albello.  A pesar de ello no fue la suya una lectura del todo perfecta, pero si correcta en líneas generales.

   Nos dejó por tanto la noche un concierto con un programa más adecuado para el homenajeado que para los homenajeadores, pero que no por ello dejó de ser interesante. Animamos desde aquí a la asociación a celebrar la 13ª edición el año que viene.